Botticelli Los caminos del arte - LIBRO

Mientras las vicisitudes críticas de algunos artistas se nos presentan luminosas y constantes como la estrella polar, la de otros atraviesa fases en las que se alternan la fortuna con los momentos sombríos.
La figura de Sandro Botticelli, desde este punto de vista, es un ejemplo. Tan admirado en su época que fue llamado a Roma, junto con otros pintores famosos, para realizar la primera decoración de la Capilla Sixtina, a partir de la muerte de Lorenzo el Magnífico, sin embargo, quedó casi olvidado.
Recién en 1908, Herbert Horne, el gran estudioso y coleccionista anglo-florentino, escribiendo una monumental monografía sobre el artista, inició un proceso que llevaría a re-evaluación crítica que ha permitido recolocar en el lugar que le corresponde.
Así, la Primavera, El nacimiento de Venus, Palas y el Centauro, obras de su período más brillante, han sido elevadas, gracias a su gran belleza, a obras maestras del espíritu humano.